Parece que poco a poco empezamos a cabalgar. Nos cuesta porque somos muy pequeños y todavía estamos aprendiendo, pero tenemos madera y cuando seamos mayores no va a haber quién nos pare, ya lo veréis. El problema es que estamos encerrados en un desván y necesitamos que nos saquéis de allí. Queréis que os contemos nuestras aventuras? No os perdáis ni una. Vamos, arre, arre, caballito...